lunes, 24 de mayo de 2010

Toluca (6)4-3(5) Santos... ¡El Diablo se colgó la décima estrella!






Diana Pérez | MEDIOTIEMPO (Enviado)
Estadio Nemesio Díez, ante una buena entrada, domingo 23 de Mayo del 2010

  • El Diablo se coronó en la tanda de penales, en la muerte súbita
  • Toluca consiguió su décima estrella
El premio a la excelencia, al buen futbol, equilibrado y certero que por años José Manuel de la Torre le impregnó al Toluca, se logró cuando el Diablo entró a la gloria para cargar la décima corona en su historia.

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(Video: Juan Manuel Terán)
En el recuerdo quedará el equipo que comenzó a marcar época, que pronto se proclamó como el mejor de los torneos cortos, como el más ganador. Sinha, Romagnoli, Talavera, Mancilla, Dueñas, Hernán que volverá, dejarán sus nombres en la inmensidad que la pasión del futbol genera. Nadie olvidará al equipo de José Manuel de la Torre, porque el cuadro mexiquense se ganó un nombre y un lugar, porque el Diablo se codea sólo con la brillantez de los grandes.

La corona, la décima en su historia, es sólo la recompensa a la entrega y la pasión de un equipo que supo manejar los tiempos, que se codeó con la suerte, pero que respondió con entrega, trabajo y seguridad, para hacerse Campeón en la etapa de muerte súbita.

Santos y Rubén Omar Romano tendrán que esperar, prepararse para hacerse grandes, para que las piernas no les tiemblen cuando las puertas de la gloria estén abiertas. Hoy sólo el Diablo manda, hoy sólo el Diablo es ley.

EL PARTIDO

El camino fue largo, Toluca dudó en él, el tiempo para acoplarse, para sostener una racha de torneos constantes fue costoso. El equipo de los Diablos sumó cinco partidos sin triunfos, poniendo en duda su capacidad para reaccionar y meterse a una Liguilla que se veía muy lejana.

Los mexiquenses reaccionaron para marcar la pauta y proclamarse como el tercer mejor equipo de la competencia, sólo detrás de Monterrey y Chivas.

Santos tuvo un inicio prometedor, en once juegos sólo perdió en una ocasión, después trastabilló poniendo en peligro su llegada a la Fiesta Grande; el equipo recompuso el camino y logró meterse como el quinto mejor equipo.

Después Toluca tuvo que echar al América y Pachuca, en los Cuartos y Semifinal; Santos hizo lo propio con Pumas y Morelia. La estrella estaba cerca, sólo había que estirar la mano para tocarla.

La batalla por una nueva corona, comenzó con la fuerza que sólo dos equipos acostumbrados a la gloria pueden imprimirle. El duelo de ida estuvo enmarcado de un vaivén impresionante, con un Santos más acelerado y con un Toluca sabiendo marcar los tiempos. Todo quedó en un empate 2-2 para llegar al juicio final en La Bombonera.

Santos decidió no faltarse al respeto, porque la corona debía ser suya bajo la mística mostrada desde la llegada de Rubén Omar Romano. Frente al Diablo no se rindió ni desdibujó, propuso, control. y trató de ir al frente con un futbol casi desbocado.

Toluca, con la experiencia que los años le han dado y la autoridad de ser el equipo más ganador en torneo cortos, se plantó en su cancha con soberbia, esperando, tramando la forma de penetrar el marco de Oswaldo Sánchez.

Con una línea de cuatro, comandada por Novaretti y Dueñas y reforzada por Cruzalta y González, el equipo se volvió impenetrable. La estrategia daba frutos, el Diablo había logrado desesperar al rival.

Los de La Comarca comenzaron a caer en la desesperación mientras las faltas se dieron como una constante entre los dos equipos; hasta que Calderón, con la velocidad que lo caracteriza, llegó al área para sacar un disparo cruzado en el que Oswaldo tuvo que estirarse para evitar la caída de su marco.

Santos respondió con un disparo de Oribe que Talavera, colocándose el traje de héroe como en el primer duelo, logró evitar a una mano. El juego se fue soltando para ver así un disparo de Calderón que Oswaldo, a una mano, mandó a tiro de esquina. Después, Sinha tomó un rebote y de media vuelta disparo desviado, Quintero también lo intentó pero Talavera envió a tiro de esquina, incluso Peralta probó a quemarropa pero "Tala" tapó con la cara. Los últimos instantes del tiempo regular fueron apoteósicos, se presentó un desvío de Baloy con la rodilla dentro del área que la gente pidió como penal pero Archundia, en una buena decisión, se negó a marcar, y un disparo de Mancilla, dentro del área y sin marca, que entregó al arquero.

Entonces, con la adrenalina de una final ardiente, el de negro mandó a tiempos extras. La intensidad bajó en ambos equipos, el sol había hecho estragos y las piernas tenían que aguantar por si los penales se daban.

Toluca volvió a pisar el área con la figura de Brizuela, pero los santistas le llegaron en manada para quitarle el balón, el de rojo se cayó pidiendo la pena máxima, pero Archundia se guardó el silbato; unos segundos más tarde los de La Comarca respondieron, Vuoso, sólo frente a Talavera abanicó desaprovechando la mejor oportunidad, la que quizá le hubiera dado la corona.

Los equipos se deshicieron, el cansancio fue creciendo hasta matarlos, por eso ambos decidieron consumir los últimos 15 minutos de juego paseando el balón, para definir todo en la serie de penales; una tanda a la que el dramatismo no le faltó.

Sinha falló, Juan Pablo acertó, Marín también lo hizo y Ludueña siguió acertando, Mancilla erró, Lacerda anotó y lo hizo también Novaretti, Vuoso tuvo la oportunidad de darle el título a Santos, pero lo cobró horrible, mandándolo afuera; Romagnoli le dio esperanza a su equipo cobrando perfecto. Todo recayó en Carlos Morales, quien no pudo mantener la calma, las piernas le temblaron y por ello su tiro se fue afuera, sin problemas para Talavera; el duelo se fue a muerte súbita.

En la primera ronda llegó Dueñas y cobró con autoridad para no fallar, después lo hizo Arce, y el santista no logró cobrar con certeza pues Talavera le adivinó, así Toluca se coronó Campeón.

ARBITRAJE

Bastante bueno de Armando Archundia. Fue un partido sumamente complicado, con muchas jugadas difíciles y una gran paridad de fuerzas. Puso orden en el primer tiempo cuando Sinha cayó al césped sin falta de por medio y reclamó airadamente, la decisión del juez fue excelente pues si bien no hubo clavado, tampoco infracción y la reclamación ameritó la amarilla; poquito después Mancilla se tiró un clavado en el área y también lo pintó de amarillo dejando bien claro que no iba a permitir engaños. Bien al no castigar una acción en la que Oribe golpeó en la cabeza a Dueñas sin intención y también perfecto al no marcar como penal una jugada en la que los rojos reclamaban mano de Baloy en el área y realmente la pelota había pegado en la rodilla. Aunque por ahí podemos decir que le faltaron un par de tarjetas, en todas las jugadas importantes estuvo preciso, fue parejo para ambos lados y tuvo el criterio para entender la intensidad con la que se jugaba la Final.

[MEDIOTIEMPO]

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