Diana Pérez | MEDIOTIEMPO (Enviado)
Estadio TSM ante un lleno, jueves 20 de Mayo del 2010
- En la Liguilla, Toluca siempre que logró llegar a casa con un empate y después definió a su favor
- Santos no ha ganado en el Nemesio Díez desde hace tres años
El Diablo pisó la gloria, logró mecerse entre sus redes, sentir la dicha infinita; pero terminó pagando su falta de ambición como si fuera un pecado sin perdón.
Santos en los últimos minutos, cuando las esperanzas parecían esfumarse aunque el “sí se puede” reventaba en la tribuna, logró poner la pizarra 2-2 para ir a definir al Infierno su propia suerte.
Toluca logró reponerse del primer golpe que Carlos Darwin Quintero logró dar con la paciencia como arma, le dio la vuelta al marcador, pero al final, un equipo movido por su gente y la esperanza de una cuarta corona, pudo llevarlos a empatar para así mantener vivas sus ilusiones de proclamarse campeón.
Santos tendrá que autoanalizarse, corregir y buscar su mejor futbol para meterse en el Infierno. Toluca con la experiencia que el tiempo le ha dado y la jerarquía que nueve títulos le otorgan, tiene todo a su favor pues cerrará en una casa que solo ha tenido una derrota en el Bicentenario 2010 (frente a Cruz Azul).
Los Diablos, en las series de Cuartos y Semifinales, siempre lograron llevarse un empate para después liquidar con un triunfo la serie; hoy esperan poder seguir el mismo camino andado, pero Santos tendrá que decir la última palabra, aunque los de La Comarca no ganan en el Nemesio Díez, desde el 2007.
EL PARTIDO
Dos años sin Final, sin una corona, sonaban a una eternidad en La Comarca Lagunera, por ello cuando Santos logró dejar atrás a Pumas y Morelia en los Cuartos de Final y Semifinal respectivamente, no hubo nada que detuviera a un pueblo que busca la gloria.
En la antesala de la corona, Santos recibió al Diablo, y dispuestos a mostrarles cuál es el verdadero infierno de inmediato trataron de abrumarlos. Toluca con la calma que la experiencia le ha dado, se plantó en el terreno de juego, le dio espacio a los de Romano y comenzó a medir las fuerzas y alcances del rival.
De pronto, tratando sólo de manejar el juego se encontraron con la peor sorpresa que se puede recibir en una Final. Carlos Darwin Quintero se metió al área y con la parte interna del pie derecho prendió un balón que entró entre la mano de Talavera y el poste que el choricero tenía que custodiar.
Quintero metió un jonrón que salió del estadio llenando de esperanza a una afición; pero la historia era joven, para llegar al final había que jugar 76 minutos más, enfriar la cabeza y después ir por 90 más en el Estadio Nemesio Díez.
El Diablo observó como el balón cruzó la línea final, pero jamás hubo un gesto de preocupación exagerado, desde la banca sólo el DT José Manuel “Chepo” de la Torre trató de corregir, sabiendo que aún el tiempo no era su enemigo.
Con esa misma calma con la que recibió el gol, el Diablo pudo responder. Novaretti convirtió su gol en un auténtico jonrón. El espigado argentino se plantó en el manchón penal, sin custodia alguna, para esperar un balón que salió de un tiro de esquina cobrado por Sinha.
El resto se convirtió en un vaivén de llegadas que la tribuna agradeció y sufrió. Santos y Toluca trataron de hacerse daño, de tomar el control en el medio campo, de encontrar la explosividad que sus ofensivas han demostrado.
Santos comenzó a urgirse por el gol, entonces entró Ludueña y para el segundo tiempo lo hizo Vicente Matías Vuoso. La Comarca marcó diferencia, Toluca tuvo que replegarse, el empate parecía ser suficiente para definir en la búsqueda de su décima estrella.
Los dirigidos por Romano comenzaron a asfixiar a Talavera, pero el arquero paró un disparo de Arce, dos de Quintero, uno de Vuoso y uno de Ludueña para convertirse así en el hombre que marcó diferencia.
Hasta que Sinha, respaldó su trabajo. El Capitán de los Diablos Rojos protagonizó un contragolpe con Héctor Mancilla, el chileno le cedió el balón y Antonio Naelson no dudó, se quitó a Lacerda y sacó disparo que Osvaldo alcanzó a tocar, pero no a detener.
Toluca terminó metiéndose atrás, el 1-2 era suficiente para liquidar la obra en casa. Pero el Diablo terminó pagando su falta de ambición, un balón quedó en el área, Vuoso perdió la marca, y estirando la pierna izquierda, incrustó el balón en la red que Talavera había cuidado con tanto apremio.
El 2-2 se marcó en la pizarra para dejar la resolución del juicio final en la otrora Bombonera
EL ARBITRAJE
Marco Antonio Rodríguez. De aceptable a bueno, pues Edgar Dueñas tuvo un par de jugadas violentas que no castigó. Al final como siempre impuso sus decisiones y no recibió reclamos de los jugadores, pues cuando estos quisieron hacerle saber su punto de vista, “Chiquimarco” los separó estirándoles el brazo.
[MEDIOTIEMPO]
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