Diana Pérez | MEDIOTIEMPO
Estadio Azteca, ante una muy buena entrada, domingo 30 de Agosto del 2009
- ¡Las Águilas se convierten en Superlíderes!
- Toluca ligó dos derrotas consecutivas fuera del Nemesio Díez
- El marcador con más goles entre ambos
- América tenía 14 años y medio sin hacer siete y Toluca 20 años y medio sin recibir siete
América exorcizó a sus demonios, extendió las alas y comenzó a surcar el cielo con un triunfo histórico 7-2 a los Diablos Rojos del Toluca. Las Águilas se deshicieron de todas sus culpas, de los malos ratos, y los pésimos resultados, con un rostro diferente y trabajado sepultaron a un equipo mexiquense que durante años mostró solidez en sus líneas y contundencia en sus resultados.
El resultado es realmente para la historia, si consideramos los siguientes aspectos:
-El marcador con más goles en los enfrentamientos entre ambos
-América no anotaba 7 goles en un solo duelo desde el 11 de diciembre de 1994 cuando con Beenhakker al mando ganó 2-8 a TM Gallos Blancos en La Corregidora
-El Toluca no recibía 7 goles desde el 18 de diciembre de 1988 cuando cayeron 7-2 en casa del Tampico Madero
Las Águilas eran irreconocibles ante su gente que se había acostumbrado a sufrir con ellas. Con seguridad se plantaron en el Coloso de Santa Úrsula, que tantas veces fue su propia tumba, y masacraron sin piedad al cuadro de José Manuel de la Torre para alcanzar la cima de la Tabla General; con 13 puntos, empatado con Morelia, pero con una diferencia de +7 el equipo se proclamó como el mejor del Torneo mexicano.
Toluca que cayó por segunda ocasión consecutiva fuera de casa, se quedó con 12 puntos y la tercera posición general, por ello, tendrá que replantearse su camino, aprender de los errores y volver a dar la cara para enfrentar en la Jornada 7 a Morelia; mientras que América y sus cuatros victorias consecutivas, harán las maletas para viajar al “Volcán” y verse las caras con los Tigres.
EL PARTIDO
Tenía tanto rencor escondido en el alma, que en cuanto América pisó el césped del Estadio Azteca para enfrentarse al Toluca lo proyectó de inmediato. Habían pasado seis partidos sin que las Águilas pudieran vencer a los mexiquenses, la historia los marcaba como los grandes verdugos de los de Coapa.
América ni siquiera podía olvidar aquel 6-0 del Apertura 2003 que terminó por marcarlos, y por ello necesitaba venganza, una que fuera tan dulce como cruel.
Entonces Pável Pardo levantó la mirada, observó a Cristante bajo los tres postes, y pese a la seguridad que el argentino le reflejó, Pardo se atrevió a sacar un disparo de larga distancia que entró pegado al poste izquierdo, en el lance Cristante terminó por impactar su cabeza en el poste, pero jamás pudo detener el esférico. Al minuto 2, América ya ganaba 1-0.
Los Diablos desconcentrados por la falta de respeto que América les estaba haciendo, no pudieron manejarse con la sincronía que los caracteriza, los pases certeros y siempre con ventaja no aparecieron en las piernas de los Diablos, y aunque al 17 Dueñas remató sólo en el área, su esférico se fue por encima del marco. La jugada del defensa mexiquense fue la de más peligro para los Diablos, que terminaron por desaparecer en la cancha.
América aprovechó que el Diablo había perdido sus fuerzas y la furia que suele acompañarlo, y comenzó a pedirle cuentas por todos sus pecados. Enrique Esqueda fue el segundo en hacerles ver su suerte, el delantero de las Águilas después de recibir el balón de las piernas de “Rolfi”, y ante la salida de Cristante, empujó el esférico que terminó por pasar debajo de las piernas del arquero argentino y quedarse en la red; el 2-0 se decretó al 21 y el 3-0 tan sólo llegó cinco minutos después.
El Diablo fue sepultado sin gloria. En un contragolpe orquestado por Montenegro, este le sirvió a Cabañas quien regresó para quitarse la marca, “Rolfi” entendió la jugada y volvió a otorgarle la bola a Salvador, quien apareció sin problemas para meterla.
Toluca no tenía nada más que hacer, en la cancha sólo era una caricatura del Diablo que amedrenta, que todo lo gana. Al 36 terminó por darse el tiro de gracia. En una nueva jugada de contragolpe Beausejour entró al área y ante la salida de Cristante metió un disparo cruzado que Martín Romagnoli estampó en su propia red.
En el último minuto del primer tiempo, un aplastante 5-0 se reflejó en la pizarra, después de que Reyna sirvió un centro que Cabañas terminó por empujar.
Toluca con su honor trastocado intentó reaccionar en la segunda mitad. Y al 69 encontró el gol que necesitaba para sacar fuerzas de sus entrañas, Vladimir sacó disparo que terminó por pegarle a Mancilla, el balón techó a Ochoa y se fue hasta el fondo.
Justo en ese momento, el Diablo sintió que podía revivir, que tenía tiempo para hacerlo, y América terminó por darle la pauta cuando Martínez cometió un penal sobre Nava que Mancilla cobró con pulcritud, el 5-2 era aplastante, pero el equipo de José Manuel de la Torre tenía fe, y a las Águilas esas ganas de masacrar a su rival se le habían fulminado.
Pero entonces Hernán Cristante volvió a dejar el marco totalmente abierto y Montenegró terminó por aprovecharlo. El argentino sacó un disparo detrás de la media cancha que entró con limpieza en la meta de los mexiquenses.
El Azteca desquiciado, viendo como el Águila surcaba el cielo, vio caer el séptimo al minuto 90 cuando Chitiva, quien entró de cambio, por la izquierda se sacudió la marca y sacó un disparo que cruzó la línea final. El partido terminó justo como América lo había deseado, con una dulce y exquisita victoria.
EL ARBITRAJE
Roberto García Orozco. Sin problemas en el partido, su arbitraje fue discreto y con aciertos en las jugadas clave.
[MEDIOTIEMPO]
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